martes, 3 de marzo de 2009

El Hospital de Mi Pequeña Muerte

No estoy muy seguro de que depende, pero hay discos que son tan buenos que capturan al escucha desde la primera oída. Estos especímenes (tan difícil de encontrar en estos días) te atrapan, te toman por sorpresa, te secuestran la atención y no te sueltan hasta que cada canción se impregna en tu cerebro y cuando menos te das cuenta tarareas estribillos en el baño, haces riffs con tu guitarra imaginaria en la hora de comida o en casos extremos te asaltan melodías a mitad de la noche.
Me ha pasado con álbumes clásicos (como el Nevermind de Nirvana, Are you experienced? de Hendrix, el OK Computer de Radiohead, solo por mencionar algunos) y en estos casos lo extraño seria que no ocurriera de esta forma.



Sin embargo, hay pequeñas joyas aún escondidas a los ojos (oídos, debería decir) de los grandes auditorios que resplandecen en la mas profunda oscuridad; ahí están, esperando a que alguien se anime a escucharlos; perdidos en algún sitio de internet desconocido, en alguna tienda de discos o en casos extremos hasta empolvándose en pulgas o tiendas de segunda mano.
Así me paso con Hospital, primer álbum (editado en 2004) de la banda argentina Mi Pequeña Muerte. Lo encontré en un blog de música argentino y tengo que admitir que fue el nombre del grupo lo que me llamo la atención, por que hay que decirlo, la portada no me pareció muy buena; pero conforme fui escuchando canción tras canción, fui descubriendo un álbum casi conceptual y por demás interesante.
El disco abre con “Agujas”, pieza con cierto aire melancólico y con una letra que nos deja ver cual es la brecha que recorremos en los siguientes cortes. Una canción que atrapa por su derrotismo; es el canto de alguien que se sabe en el principio de una larga penuria.
“Cuando el sol prometió volver” es una pintura sónica de un paciente en un hospital; sorprende como unas cuantas líneas pueden ser tan tristemente ilustrativas: “Cuando el sol prometió volver/ supe bien que no volvería/Los internos conservan el don de esperarlo…y voy a dejar de mirar esta sucia ventana”.


Cuando escuche “Pupilas” ya no había vuelta de hoja: ese pequeño himno amargo y lánguido me había convencido de que Mi Pequeña Muerte es diferente a ese gran montón de grupos “indies” sin sustancia; todo lo contrario, es una banda con una enorme capacidad de transmitir emociones. El tema es una súplica de quien se sabe desahuciado; guitarras con ecos y un ritmo pausado, envuelven un canto que ansia tener esperanza, que se aferra a ese alguien que es lo único que lo mantiene a flote: “Hazme sentir que las cosas tienen sentido/Que no todo está tan perdido/que hay un mañana/ que ya no me hacen falta esas pastillas/para encenderme, para brillar...”
“Revelaciones” es una tierna canción de añoranza; un intento por recordar los momentos perdidos con fotografías mentales. Musicalmente impecable, con atmosferas relajantes, un coro que engancha enseguida y el ritmo pausado que parece ser la marca del disco, es capaz de hacernos sentir la tristeza en el ocaso con tan solo cerrar los ojos.

Desde los primeros acordes, “Cautivo” me recordó al grupo mexicano San Pascualito Rey, sobre todo por el toque opresivo y oscuro que no desaparece a lo largo de todo el tema. Me da la impresión (probablemente me equivoque) de que se trata de un poema escrito al que se le agregó después la música; sin embargo embonan a la perfección. La idea de la muerte, se muestra elegantemente tétrica, como una intuición de lo inevitable.
El puente que enlaza este tema con el siguiente, “Un día mas en el hospital” (una pieza instrumenta tranquila que da la sensación de ser un sedante inyectado directo a la vena), entre ruidos de sirenas, simplemente es triste y espeluznantemente hermoso; un presagio mas del fin.
“La primavera” es en apariencia la canción mas alegre del disco; y digo solo en apariencia porque su letra es lamento por el abandono, un lamento de quien se siente perdido y solo ya sin la compañía del ser amado. Un coro hermosamente tejido de melodías dulces, guitarras y teclados que irrumpen con fuerza, hacen de este tema uno de los mejores (y esto es un decir, ya que ninguna canción tiene desperdicio) del disco.
En las siguientes tres canciones, no distingo hilo alguno con los demás temas del álbum; en “Huérfano” prevalece aun el aire melancólico y los tintes de ternura (Te imagino como un ángel que rescata/de mis ruinas todo aquello que ha podido…) mientras que en “Desaliñado” se percibe una desesperación mal disimulada y enfermiza en lo sonoro, y la letra deja entrever el perfil de un ser acorralado; es como el preámbulo de un final trágico. Sigue después el tema “Cuando no se que decir, digo adiós” que retoma el hilo nostálgico y suena como el despertar de un sueño anestésico y placentero en una mañana flojerosa; como una despedida lánguida, apenas con fuerza. Aun así, y aclaro que las tres piezas me parecen excelentes, siento que es aquí donde se diluye un poco esa sensación de álbum conceptual.
Y fuera de este pequeño reproche (Tal vez infundado, ya que el mote de “álbum conceptual” se lo endilgué yo, je), el cierre del álbum con el tema instrumental que da nombre al disco, es sencillamente emotivo y desesperanzador. Se cae en la cuenta que la batalla terminó y uno se queda con un nudo en la garganta, escuchando extinguirse en el silencio el latido de un corazón.




Escuchar Hospital es como seguir la ruta de un enfermo terminal mientras desciende por la espiral de la enfermedad; cada canción la imagino como un flashazo sónico en las diferentes etapas de su desafortunado trayecto, mientras se va hundiendo en la desesperación de saber que todo terminará y sin embargo esta impotente y sin fuerza para adelantar el trago amargo.

Desde mi humilde perspectiva, Mi Pequeña Muerte logró hacer un disco excepcional en el primer intento.

Créditos:
La Foto 1 fue tomada de la web
www.velvetrockmine.com.ar Desconozco el autor.
La Foto2 la tome de aquí
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-3827-2007-05-25.html y tampoco tengo el nombre del fotógrafo.
Fotos 3 y 4 fueron tomadas de www.mipequeñamuerte.com