¡Ay babita espesa!, precursora de la vomitada
intermitentemente de un tamal de puerco
asedado.
Babita biliosa que escurre por la chamarra con botoncitos
y estoperoles.
¡Ay bajón mal pedo! Clonazepantrocachondedeándoseachitara…
¡tonder-tonder-tonder-tonderCATS!!
Las patas frías y hediondas metidas en los tenis combers
de botita, muy acá, quesque muy rocker.
¡Ay santa tarántula de los tompiates! ¡No se me quita, no
se me quita!
La caguama resbaló, y en el suelo se estrelló; y era una
Victoriana Huerta, traidora la cabrona.
Porque antes que Eminem y
Tupac estaban Gerardo y Caló.
Tendrían que ser ratas porque aquí no hay marmotas, pensó
o dijo, interrumpiendo la bonita velada.
Ma me mi mo mu pa pe pi po pu no bailes del caballito que
te voy a regañar…
¿Ton´s que? ¿Amarras o te pandeas? Tira a león, ñero…
Te digo que tiene un ojo turnio, así como que se le va
pa´ un lado…si, pero canta bien bonito. Y no supo decir si hablaba del Tom
Yorcs o de un güey de la Nacademia.
Hagamos un tributo. Uno mamalón. A Moderatto.
¿Ya te venistes( así, con doble “s”)? Dijo que sí, pero era
orina tibia humedeciendo la entrepierna…
Amor, ardiente amor, con tu rueda de fuego, dame tu
calor…porque en mi fervorosa y precalenturienta niñez-noñez, antes que Johnny
Cash estuvo Mingo Saldivar…
¡Ay San Rodrigo! ¿Por qué tú y no Alex? ¡Ay San Lorita!
Me refería a Alex Sintek!
¿De parte de quién? De Munra, el inmortal…porque antes de
los Ángeles azules estaba La Tropa Colombiana.
Como zombi trasnochado que se salió
de una película del Santo contra toda la monstruada, buscó refugio y calorcito maternal con los perros sarnosos,
justo ahí, debajo de las escaleras de la presidencia municipal, donde los
antimotines suelen echar sus miadas; y durmióse y cuando sus choya entró en la
fase REM-EVERYBODYHURTSLOSINGMYRELIGION y sus oclayos se movían bajo sus
parpados pintarrajeados de negro a la onda darks, las 26 neuronas buenas que le
quedaban hicieron sinapsis. Y entons empezó a la sueñe y sueñe; pesadillas
lovercrafianas, necronomiconas y dantescas, pura basura de cine serie B; pero
justo al final, cuando el sol-RA comenzaba a asomarse por los cerros pelones,
su conciencia apiadóse de él e imachin-ol-te-pipol
un Coahuila de Zaragoza shido, sin políticos transas ni narco violencia, donde
la música de banda era solo un mal recuerdo, y el vecino ruidoso que todos
tenemos se refina a Pink Floyd mientras
lava su carro; un municipio con tocadas bien organizadas donde las bandas
locales -Oh my gosh, se me salen las de San Pedro- ¡NO TOCAN COVERS! Y los
tiras solo llegan hasta que se acaba el evento y solo para transportar amablemente
en sus patrullas a l@s rocker@s que se le pasaron las copas o los toques, hasta
las puertas de sus casas, para que no pasen frío, para que no preocupen a sus
padres, pa´ que no los regañen sus viej@s…
Pero la fantasía animada se
diluyo en cuanto saboreo su baba ácida y pestilente con pedacitos de nixtamal
podridos.
Y cuando despertó…el pueblo de
mierda donde vivía, seguía ahí. Pero al menos el efecto clon ya se había ido.
Porque el Armiados Güeva Vil
es el túnel cavernoso, chicloso,maloliente, peludo y clitorital, por el que se
pasa para llegar al taberna-culo, al mero mero santo grial; que no es más que
una caguama, azorrillada y caliente, cuyo pico tiene las babas del grande-glande,
el que le puso lengua ladina al rock de estos lares, el maese Parménides García
Saldaña, la chiche de la que hoy mamo.