lunes, 8 de marzo de 2010

Songs: Ohia y Magnolia Electric Co



¿Como no bajar la guardia? ¿De que manera se podría ser inmune ante los acordes y la voz de Jason Molina? ¿Cómo lograr evadir el torrente de emociones -subiendo por el estomago y erizando la piel- que provoca esa música que pareciera concentrar toda la melancolía del mundo en estos audífonos baratos? Una voz que parece tranquila y desesperada al mismo tiempo y una guitarra que bien pudo ser grabada al aire, en un cuarto vació y con un micrófono chafa, pero que encierran tal poderío y sombría majestuosidad que uno no hace mas que rendirse, cerrar los ojos y dejar que el trago baje lento por la garganta.
Eso es Songs: Ohia, banda del ya mencionado Jason Molina, y de la cual fue fundador y único miembro fijo. Oriundo de Ohio USA, en sus composiciones pareciera pasearse la soledad y la tristeza a sus anchas. Lo suyo es un Blues desgarrado, Folk de verdad, canciones tristes para gente solitaria. 
Desaparecido ya este proyecto, Molina creo Magnolia Electric Co., cuyo trabajo es una extensión, si acaso algo más pulcra y no por eso menos efectiva, de lo que hizo con Songs: Ohia.
Considerado por muchos como una versión actualizada de Neil Young, mi percepción es que los matices de su música tienen características propias y personales. Con canciones que parecerían susurrar en el oído de una manera íntima, sus tonos tocan fibras desde el instante en que se descubre la voz franca, directa y sencilla de Molina.
Desde cualquiera de sus proyectos, la voz de Jason Molina es el lamento catártico del perdedor, del hombre desolado, del que clava la vista en la barra de una cantina solitaria con el corazón estrujado. 
Voz y guitarra, desatando la marea interior del hombre común, de quien por elección o destino tiene las cosas en contra.

No diré más.

He aquí un grande.


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