martes, 13 de noviembre de 2007

Domingo

La saliva pegajosa, los ojos sumidos en enormes ojeras violáceas, la barba crecida, el pelo grasoso, las manos temblorosas y las uñas negras, la piel reseca, la camisa arrugada, el estomago descompuesto, la sien palpitante, la frente ardiendo, la nuca pesada, la espalda molida, ardor en la uretra, la garganta llena de flemas y plastas de mocos duros y grisáceos dificultando la respiración, boqueando como perro cansado, vértigo horroroso que pareciera lanzarte fuera de tu propio cuerpo en vueltas interminables, gases, eructos, encías que sangran, fastidio, Televisa y Tv Azteca coronando el sin sentido, el aburrimiento y el hartazgo, imposible leer, imposible concentrarse en otra cosa que no sea el malestar, asco, hambre, mas asco, pesadillas tan vividas que se confunden con la realidad y todos los miedos, sol de tarde triste, viento de tarde triste, música de tarde triste, llorar con las noticias, llorar viendo las ciudades inundadas, sentir repulsión por lo que se es, Los sentidos amplificados, la habitación se cierra sobre mi, todos los problemas juntos marchando en la cabeza, niños jugando en la calle, recuerdos de cuando se es niño, el pendejo de la cuadra, no se puede soportar, “ ¿Te regaña tu mamá, marica? Jajaja ¡No sabe pelear!”, jodidos recuerdos, el temor a la muerte, la muerte de mis tíos, mis abuelos, la carretera, A la Siniestra del Padre, música que jamás se escuchara igual, miedo, incertidumbre, nostalgia, pareciera que se tiene agua en la cabeza, miedo como cuando se es niño, miedo irracional, miedo de las sombras y de la oscuridad y de los duendes que brincotean en la cama, miedo e imágenes religiosas, dos niños caminando por un puente, atravesando un bosque oscuro y un enorme ángel luminoso y asexuado detrás de ellos, alacranes pegados en la cortina del baño, funerales, la casa sola de mi abuela, callada, triste, recuerdos ligados a la música, OK Computer, hospitales, nada tan feo como un ser querido en un hospital, el silencio de los inocentes, terror puro, y...¡ehhhh arriba!, Ducha fría, el cuerpo se tensa y empieza a reaccionar, empieza a pasar, un poco (solo un poco), el malestar se diluye y llega algo de alivio; el sol casi se ha ido y con él, el pinche domingo de mierda.

1 comentario:

rogelio garza dijo...

uff... domingo de cruda?
mejor deja de chupar.
domingo sin cruda?
qué horror!
ambos domingos los conozco muy bien.
prueba salirte todo el pinche domingo en bicicleta, es lo que yo hago para evitarme esas horas de sufrimiento.

saludoxxx!