viernes, 2 de octubre de 2009

Extraño

Extraño la sensación de estar enamorado

La paz hormonal, como drogado, el nirvana en mi hipotálamo

Extraño sentirme adolescente en lugar de viejo y cansado

El disfrutar hasta de tus periodos menstruales más severos

Me extraño a , mis tonterías, mi risa despreocupada,

Las madrugadas resbalándose por el pico de la botella,

Y la cerveza que mesiánicamente se iba como agua

Hoy todo es un continuo trago amargo, un sinsabor en cámara lenta

Mientras el sol derrite los techos de chapopote de las casas empalmadas.

Hoy las tardes juegan  a desesperarme,

Esperando mis gritos, mis azotes y  que con la ultima gota derramada

Termine yo eligiendo auto-enviarme a la chingada,

No importa que aun me falte mucho por vivir,

Tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro, nada de eso;

Directito a la chingada y nada más.

Extraño las mañanas de cobijas frescas, sin prisas

Extraño el baño oscuro con olor a jabón verde,

Mis manos aun ágiles sobre los trastos y el suave eco envolviendo melodías

Extraño cuando los sueños aun valían y las canciones significaban algo

Cuando el rock era rock y no decenas de variantes de “Indie pop” superfluo, insulso

Extraño mi vida ociosa y sin compromisos,

Extraño emocionarme; y si, es la misma cantaleta del adulto inmaduro en el cual me he convertido

Y aun y cuando aun disfruto de observarte mientras duermes,

Con tu maraña de cabello alborotado, respirando suavemente, blanca, placida,

No tengo ya la fuerza para ser el tipo que tu quieres

Extraño cuando no extrañaba  y todo era nuevo y  mis expectativas enormes

Hoy, todo es mierda y malas caras, vacas flacas moribundas que no acaban de podrirse.

Y mientras checo la tarjeta del hartazgo, extraño cuando la vida no era complicada.

Extraño a mis abuelos, los extraño tanto.

Extraño ser feliz, aunque sea por un ratito;
Lo que dura una canción, un faje, un poema de Bukowski o una cheve de cuartito.

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