Se fue el pasado 16 de Marzo. 39 años.
Me entere hoy.
Nada de lo que escriba le hará honor, ni tampoco me hará sentir bien.
Brindo a su memoria.
martes, 30 de abril de 2013
lunes, 15 de abril de 2013
Un borracho sermoneando a otro
Lo vi venir, primero sin una dirección clara,
pero al reconocerme sus pasos se dirigieron
directo a mi persona. Intento una sonrisa y vi en sus ojos el familiar brillo apagado, vidrioso, de los
ebrios.
Gordo, aunque no tanto como yo, despeinado y con una mochila -que apostaría- estaba llena de envases de
caguamas vacios, extendió su mano y lo salude.
-¿Qué onda Javier? ¿Como estas Javier? ¿Bien?
eh Javier, ¿eres ingeniero verdad? ¿Verdad que si? Nombre, es que ando mal Javier,
ando mal… ¿Te acuerdas cuando jugábamos al fut? Nombre, ando mal vato... ando apurado… ¿No tendrás unos cincuenta pesos que me prestes?
Decidí responder solo a su última pregunta y le dije que no traía
ni un cinco. Era verdad. Ni un maldito peso.
-Nombre Javier, échame la mano, es que debo
una lana…y todo por hacerles una chamba a unos viejones…échame la mano
carnal…
Pensé en sacar mi cartera y que el mismo
viera los pliegues rotos, las fotos desgastadas y descoloridas y lo parco de mi
jodida economía actual pero en lugar de eso,
una risita de sabelotodo se me dibujo casi involuntariamente en el
rostro y le dirigí una mirada reprobatoria, de las que suelen dar los maestros
cuando pescan a un estudiante copiando.
Bajó la vista solo por un instante y después, como alguien que se repone de un chingazo
me dijo mas sereno:
-Nombre, es puro pedo Javier…nomas necesito
un trago. Es que yo soy un alcohólico, ¿si sabias? Yo soy el nuevo Menchaca del
barrio. ¿Te acuerdas de Menchaquita? Como ves carnal, ¿si tendrás los cincuenta
pesos?
Después de obligarlo a confesar su flagrante
mentira, me sentí como un pinche judicial, un inquisidor; Lo conozco de años,
se de su problema con el alcohol, pero tenía que llegar mas lejos; así que a
falta de dinero me sentí con la obligación de recetarle un sermón de lo más
chafa que incluía cosas tan aberrantes como
:”animo, siempre se puede salir adelante” o “ haz el intento de enderezar el
camino” o “ “ créeme, si le bajas a la tomada, hasta te vas a sentir mejor…”
Eso le dije.
“Nombre, yas´ta vato, ahí disculpa…”, respondió
sin enojo pero claramente decepcionado y continuo con su andar pesado hasta dar vuelta en la esquina.
Me quede parado, viéndolo alejarse.
Eso le dije.
Eso le dije.
Cuando lo que realmente debí de haberle dicho
es que conozco perfectamente esa sensación de querer un trago mas. Debí de
haber ido a sacar dinero del cajero e invitarle algunos tragos en el primer bar
que nos topáramos.
Pero no lo hice.
Un borracho sermoneando a otro.
Hazme el favor.
domingo, 14 de abril de 2013
Padre Nuestro
Domingo de misa. Mediodía. Nubes de tierra, gritos y futbol llanero, los de azul contra
los de blanco. ¡Tiraletirale tiraleeeee güey! La iglesia esta atestada. Aun falta
el sermón, la eucaristía y la limosna. La parte donde nos damos la mano
fraternalmente. No alcancé silla de las
que tienen ese mecanismo con cojincitos, para cuando uno se hinca, así que me hinqué directamente sobre
el liso mosaico. Punzadas de dolor me recorrían
las piernas, clavos en las rodillas,
Dios, estoy totalmente fuera de condición. Levantarme fue otro suplicio. Hasta
un anciano lo hizo más rápido que yo.
Para cuando cantamos el “Padre Nuestro”, Mi
incomodidad se comenzó a transformar en vergüenza; no tenia nada que ver con el
hecho de levantar las manos como
imitando a alguna imagen santa, mientras al ritmo del coro de muchachos,
con sus guitarras y panderetas, entonábamos las oraciones que de acuerdo con la
tradición cristiana, el mismo Jesús enseño a sus discípulos para que se
dirigieran al Padre.
Mi vergüenza, que salía de la boca del
estomago y se movía al resto del cuerpo, se debía a que en realidad no estaba sintiendo el cántico, ni me detenía
siquiera a revisar su significado. En lugar de eso, pensaba en otras cosas al
mismo tiempo, como que no tengo trabajo, pensaba que era extraño que a pesar de
ser mediodía y estar la iglesia llena de parroquianos, no se sintiera tanto calor,
pensaba en lo desagradable que debe ser tener que asistir a lugares públicos con
hijos pequeños, realizaba un conteo rápido de la gente mejor vestida, pensaba
en lo bueno que era no ver a ningún conocido en ese preciso momento, veía de
reojo a un pequeño niño (vestido mas formal que yo, con pantalón, camisa fajada
y diminutos zapatitos color café) mientras bostezaba, también seguía pensando
en el discurso del joven sacerdote, sobre como el católico promedio jamás da
testimonio de su fe, ni toma en serio su religión, salvo en los momentos difíciles
de su existencia, todo esto dicho de manera graciosa, como para estar en onda
con la muchachada presente, también mire al techo solo para asegurarme que no
hubiera ningún panal de avispas o abejas, aunque me reproche que eso debí de
hacerlo al entrar al recinto, pensaba de igual forma en el calor que se estaba acumulando dentro del carro con
las 4 ventanas cerradas y… Más o menos era eso lo que me pasaba por la mente
mientras el “Padre Nuestro” concluía.
Me sentí hipócrita. No tenía nada que estar
haciendo ahí.
Sin embargo mi mujer ya amenazó: Iremos a
misa el próximo domingo.
Jesucristo sacramentado.
Se que no se rendirá hasta que me vea
empleado de nuevo.
martes, 2 de abril de 2013
Cayendo bajo...
Asalté
el cochinito azul de mi mujer. No aguantaba mas, necesitaba una cerveza y no
iba a caminar hasta el OXXO. Le saqué solo
70 pesos en monedas de a cinco y de a dos pesos, pero no contaba con la
astucia del señor de la tienda que esta
a dos cuadras de mi casa: ¡¡Tiene el six de
modelo Especial (mi favorita) a 75 pinches pesos!! FOCOFFFFF!!! NO ME
MAMES MI CEBOSA TECNOCUMBIA!! ¡¡¡En todos lados
esta a 65 pezones!!! …..Ok; guardemos la calma, que no pxndx (
jojojo) el cúnico. Reviso tranquilamente
en la bolsa izquierdosa de mi pantalón azul y nagüalon y...
UOHHHHH GÜÜÜÜÜÜAAAAAAA -cantos celestiales,
trompetas del séptimo cielo, chonchos querubines revoloteándome con sus nalguitas rosadas la chompa- ahí
estaban los 7 más milagrosos pesos de mi cochina existencia.
Le
di la morralla al maistrín con un dejo de niño popof extendiendo un cheque en blanco, agarre mi sixto packz y heme aquí, pisteando
solo frente al monitor de mi compu descontinuada y lenta como tortuga ninja
septuagenaria.
Parece
que vivo demasiado lejos para que mis amigos borrachines me visiten. Aun y
cuando saben que soy una estadística mas engrosando las listas de desempleados.
Aun
así, no me agüito. Ya me chute el SOUND CITY, un documental chulo de bonito que hizo el Dave Grohl sobre
los estudios donde Nirvana grabo aquella
CHINGONERIA de color azul aqua verdoso llamada nevermind. Palomazo con Mcartney incluido, véanlo es BEATVANA! . Aún cuando Kurt dejo en claro quien era su Beatle favorito, la sensación de ver al Sir Paul echando gorgoritos y blueseando-gruncheando con lo que quedo de Nirvana, cabrón, es portentosa.
También
me tope gracias a un blog chingon llamado ANARKO JUNK a una BANDOTA llamada MORBO (si, como el “proyecto” del
güey mamon que cantaba en Moenia juar juar juar). MORBO-los chidos- es una banda peruana de
PanRock que toca con madres. Mucha
actitud y punk chidito, ¿Qué más se puede pedir?
Por
ultimo, un anónimo me recomendó a esta banda estilo White Stripes (es un decir) pero
con más cochambre, constituida por una japo y por un caucásico que hacen un
ruido garachero, punkrocosón escandaloso
y gargajoso. Se llaman Comanechi y son muy buenos; su potencia y rocanrol cochinote conreminiscencias noventeras, me gusto. Bonito
el combo.
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